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"Consigo una mayor cercanía mientras más me alejo"
Francis Bacon |
Peter Sloterdijk, filósofo y teórico alemán nacido en 1947 denomina Espacio Interfacial a la tensión entre Identidad y Alteridad, un juego de espejos, de relaciones y rupturas especulares entre la filiación que identifica al si mismo y la alteridad que desde dicha procedencia permite Ser Otro. El ser humano se auto-comprende y es comprendido en una intrincada red de vinculaciones identitarias y alteradas, el Yo y el Otro Yo, el Si Mismo y su Alter Ego, lo propio, lo demás y los demás. En el Arte del Retrato, estos componentes se desatan de manera radical; el artista desde su mismidad aborda la otredad del retratado. Esta condición de Otro es para el retratado la identidad del artista y en ese espacio interfacial se deconstruye y reconstruye el rostro y el cuerpo, su identidad y alteridad.
El carácter especular -realvirtual de la Pintura- quizás su más suprema esencia, su misterio profundísimo, se manifiesta en este retratar que sacraliza lo profano fijando en el silencio hierático de la imagen, lo siempre inacabado y cambiante. "No hay el menor atisbo de movimiento ni de dinamismo, o de fuerza potencial que pudiera ser desplegada en esos rostros convertidos en su travesía del límite, en autentico material sagrado. (*)
Este Retrato establece una Estética Exaltada: percibimos la identidad de la retratada, alterada por la exaltación que la retratista imprime en el delineamiento de las formas, en la saturaciòn de la luz y sus resplandores, en la orgánica altisonante de la piel, en la incisiva configuración de los rasgos, en la acentuación aguda de texturas y brillos y en la matérica traducción del vestuario.
Facciones y contrastes cromáticos se exacerban en una interpretación supra-estimulada del modelo. Laura y su mismidad creativa provocan la otredad de Maite, Laura la exacerba, la sitúa fuera de sí; aunque la original permanezca claramente reconocible y semejante, lleva su Ser hacia lo grotesco ( que no es lo feo ni lo abominable ni necesariamente lo físico deformado), le lleva hacia lo inverosímil, a lo inverosímil de si misma, de ambos "si misma" y aunque respete la similitud y la verosimilitud del petitorio tradicional y el retrato sea un símil, la transforma en un Otro, caricatura de su Identidad, sacro espejo.
Cualquiera sean las estratagemas... un retrato siempre implica -como bien testimonia Bacon- un feroz distanciamiento. Una lejanía que acerca puesto que en dicha alteridad anida el Yo que buscamos.
La técnica permite lo anterior. El oficio lo permite, el dibujo que sostiene y estructura lo pictórico imprimiendo su huella gráfica en el óleo. El talento hacedor que sustrae lo álgido del Ser y su Parecer como si se exprimiera la significación de cada uno de sus detalles, sabiendo que aquel Todo adquirirá un nuevo rostro que busca retratar lo in-retratable: un alma intensa, impregnada, inmensamente viva.
Hay una verdad en el Modelo. Hay un hechizo. Hay un don para recibirlo y ampliarlo y amplificarlo en la escrutadora mirada de la artista, está la magia de dar carne y espíritu a lo muerto, lo que somos, como el Arte, verdad y mentira, realidad y ficción.
LILITHrelatos, Evaprimera, un blog en construcción
.......................................................................................................(*) Adolfo Vásquez Rocca ( Espacio Interfacial /Sloterdijk )