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domingo, 8 de mayo de 2011

Forma


La huella indesmentible del piedrazo como tela de araña filosa sobre la ventana y un gran orificio al centro: sol futurista y radiante de letales rayos; la marca ahora, estaba sostenida burdamente por un abundante enhuinchado de "scoch" y nada en el resto de la casa delataba la tragedia. Un enorme gomero proyectaba la sombra de sus grandes hojas en las baldosas de la terraza y al fondo, una pequeña bicicleta rosada y un coche de muñeca parecían recién haber sido dejados ahí. 


Cada fragmento cortado por el azar del impacto es, en la medida justa y diversa, una marca impoluta, su forma perfecta -cuajada en el estallido del golpe- no trasluce la sangre de la cabeza destrozada por  la piedra. Por el sitio eriazo aledaño -de zarzas crecidas y enredadas en una maraña de ramas y alto pasto seco-  había emprendido la huida sin saber como, con la mente enfocada solo en saltar el muro y el cuerpo desbocado de adrenalina expeliendo el rencor acumulado y enconado; la llaga, que supuraba inquina a diario ahora parecía una herida liberando su pus, limpiando hasta rasparle.  Hacer justicia y cobrar venganza son dos modos distintos para decir la misma cosa pues no hay reparación ninguna ni en la una ni en la otra. Imposible. La pérdida es tal cual la seña aguzada e imborrable del peñasco en el cristal.



Mientras corre como un desaforado por los pasajes, sin mirar atrás, ni una sola maldita vez, seseando por los callejones, laberintos éstos que conoció de niño, lo único que conoció, casi. Mientras corre se ve nuevamente gritándole en medio de los sollozos a su madre que sollozaba también, que lo mataría, gritándolo con el alma (sabiendo que era cierto lo que decía y que iría a cumplirlo). Se ve corriendo igual que ahora, pero sin miedo; tan sólo queriendo llegar a las cuatro en punto al frente de esa ventana y sacar el "camote", una tremenda piedra del tamaño exacto para su cometido, ni muy chica, ni muy grande, lo suficientemente pesada para traspasar el vidrio y lo suficiente liviana para lanzarla con mucho impulso. Corriendo, desdoblado de su cuerpo como si él también hubiese muerto, sintiendo el placer de estampar su venganza;  y efectivamente llega exactamente a las cuatro, y ejecuta todos sus movimientos limpia y velozmente. El tipo se sienta, de frente a la ventana, sobre la mesa una botella de vino sin abrir y un vaso, vacío. La piedra agujerea el vidrio y pasa rauda hasta impactarle en medio de los ojos, la energía del impacto lo vota hacia atrás y su cabeza se azota de lleno contra la pared.

56 comentarios:

Maritza dijo...

(De arriba hacia abajo: Me encantan los retratos de Midigliani)...

Es tremenda tu lectura en cuanto al impacto que provoca. Se siente uno en cada acción, en el correr como desaforado, en el deseo de venganza, en el piedrazo y hasta...en el golpe contra la pared.
Una escena perfectamente posible. Muy "nítida".

Abrazos,Eva, en esta madrugada de lunes.

Maritza dijo...

Corrección: MODIGLIANI.

Abrazos.

El hombre de Alabama dijo...

Un final, como poco, apropiado.

Igor dijo...

Y los hijos vengan a sus madres y a sí mismos. Bien podrías ser bíblico. Eva, que arranque. Casi parece un texto científico con esas descripciones pulcras, exactas y dotadas de un rigor en su lenguaje. Rigor y riqueza.
Y luega está la segunda parte. La descripción de la carrera es tremenda; un cuadro, una fotografía llena de plasticidad.
A las cuatro en punto. Eso podrías ser un western.

Pedazo relato.
Saludos.

Natàlia Tàrraco dijo...

La venganza es mía, dice un texto sagrado, se sirve fría dicen, la justicia es ciega, lenta, a veces nula.
Quedó esa bellímos cristal roto en forma de estrella punzante, testigo que al romperse grito y luego calló para siempre.

La bilis acumulada, año tras año, explota y actua, Eva, en tu relato leo ese mensaje escrito con palabras muy diversas, algunas desconocidas, bellas en su cruda e intensa ira.

Un besito.

Marisa dijo...

Muchos se encomiendan a Némesis, diosa de la venganza, porque creen que es el camino que fortalece su alma. Pero el deseo de venganza es una telaraña negra que se instala en nosotros, que su objetivo es ponernos a la altura mediocre de quien nos ha ofendido o creemos que lo ha hecho, que no genera ninguna satisfacción sino infelicidad, y que tiene efecto "boomerang" ya que acaba revirtiéndonos sobre nosotros mismos.

Tu texto es espléndido, Eva, como también lo son las imágenes que has elegido para acompañarlo. Tus palabras y expresiones crean verdaderos cuadros e imágenes de acontecimientos que se vuelven muy plásticos y nítidos en la retina mientras se va leyendo.
Excelente texto, Eva, como siempre nos tienes acostumbrados.

Un placer leerte, siempre.
Un beso.

Nieves Martín dijo...

Me gusta mucho como describes las cosas mas simples y como el relato te engulle hasta parecer estar ahí en esa calle siendo espectador de primera de lo que cuentas.

Nos seguimos leyendo, un saludo:)

Lisarda dijo...

Un relato perfecto, y con un comienzo espléndido.
Te voy a seguir leyendo, saludos.

Verdial dijo...

Engancha desde el principio, ya con la huella del piedrazo algo empuja a leer a carrera los renglones para llegar antes al final. Luego se vuelve de nuevo al principio para saborear todas y cada una de tus letras en toda su riqueza.

Me ha encantado esta lectura y me ha dejado con un áspero sabor de boca imaginando esa diana humana.

Un abrazo

Tatiana Aguilera dijo...

Eva, siempre me sucede cuando te leo, que siento la sensación de estar observando una tela. Ahora sentí que estaba frente al grito de Munch, tal vez porque yo tiendo a escribir de esa forma, con imágenes que se instalan y me proyectan situaciones...Eva, como todos, he sufrido el golpe de un peñasco en los cristales de mi corazón, y me ha seducido la idea de devolver el golpe; pero por suerte llegué a la conclusión que no es una buena terapia, diría que no tiene sentido, porque lo único que se logra es el vacío de mi alma.
Un beso

Kevin Matus dijo...

me gusta muchisimo, entrar a tu espacio, me gusta llenarme de cultura, y tambien la forma de como lo escribes me gusta mucho...

un abrazo enorme!!!

Aristos Veyrud dijo...

Si en la primera fotografía llenamos de puntos blancos el centro tendremos un girasol nocturno.
La venganza es la respuesta a la afrenta, pura catarsis, purificación...cuando se supera su circulo vicioso estamos en un estado superior.
Si te puedes pasar por http://elenaclasica.blogspot.com/ hazlo.
Un abrazo Eva!!!

Felicidad Batista dijo...

Eva, logras con el esamblaje de la estrctura narrativa el impacto visual y emocional del coraje contenido y la ira desatada. La venganza que ciega a la razón y estilla la transparencia de un cristal. S pueden oír cayendo los fragmentos del vidrio roto, el golpe seco en el objetivo de la rabia. Magnífico relato donde el lenguaje expresivo está al servicio del tema que tratas. Todo un placer y un aprendizaje leerte.
Un abrazo

soylauraO dijo...

¿Presenta una rotura temporal su texto?, me hizo viajar la vida del protagonista, en pocos segundos. A pesar de que homicidio es homicidio, sin excusas, sin marcha atrás, esta lectura fue un chocolate deshaciéndose en la boca.
http://enfugayremolino.blogspot.com

Sara Lew dijo...

Un texto soberbio, impactante. Me encanta el arte de tus textos junto a la cuidada selección de artistas que embellecen tu blog. Un beso.

El Gaucho Santillán dijo...

Un buen relato de algo simple, pero muy bien llevado.

El final es perfecto.

Un abrazo.

LaCuarent dijo...

Mientras Némesis se alimenta Hades y Persefone recogeran sus frutos que darán nuevas semillas contaminada amiga.
Un relato estupendo

PACO HIDALGO dijo...

Hay venganza, rabia, furia en el relato. Y, además, tiene vida: parace que vivimos el lanzamiento del pedrasco, la rotura del cristal, el impacto en el ojo, la caída hacia atrás y hacia la pared. Desgarrador, pero real como la vida misma. Un beso, Eva.

Sara O. Durán dijo...

Querida Eva,
Qué relato tan agudo, las palabras exactas, me hiciste sentir el sonido del cristal al estrellarse, la mezcla de miedo, nerviosismo y rabia que deberá sentirse en un acto así. Estupendo, mil felicidades, eres genial.

Neogeminis Mónica Frau dijo...

...y llegó a tiempo para ser asesinado por su propia piedra!...impactante relato muy bien narrado con lujo de detalles.

Un abrazo.

Adriana Alba dijo...

Una pedrada certera, en el momento justo, en el lugar justo -no sin antes pasearnos por la antesala exquisita de los preparativos que provocarán el desenlace.

Como una estilista de la palabra, cortas por acá, desmechas por allá, perfumas el instante y mágicamente cobra vida el espejo con una visón estética y poetica maravillosas.

Genial!

Besos.

Segundo Sánchez dijo...

Eva, muy bien entrelazado la foto, el agujero de la pedrada, los cristales punzantes y la venganza. Muy bien narrado.
Un saludo.

Trizbeth dijo...

Hola Eva! pienso que es un relato muy bien escrito como sueles hacerlo, historia estremecedora por cierto, venganza y adrenalina unidas, justicia por manos propias, está todo bien plasmado ;)
Un fuerte abrazo para ti!!
Bea

Norma dijo...

Mira Eva, aunque el término venganza lo erradiqué hace mucho tiempo de mi vida, no puedo dejar de felicitarte por tu relato, está muy bueno. Y la ilustración, genial, no se me hubiere ocurrido.
Recibe mi cariñoooooooooooooooo

Claudio Ariño dijo...

Me gustó mucho tu escrito y el haberte descubierto.

Maritza dijo...

Amiga, te invito a visitarme también en este espacio, si gustas.

http://expresionverbalygrafica.blogspot.com/

Abrazos grandes!

Mar dijo...

Jolín, Eva, qué relato.

El impacto lo sentí en mitad de los ojos.

Haces unas narraciones tan magníficas que se vive cada palabra.

Besos.

emejota dijo...

Que bien narras, que bien escribes Eva. Resulta un verdadero placer leer todas tus entradas, pero esta es especial, no se por qué. ¿Por la energía que desprende? Y no se trata del cariño que te tengo, es una gran realidad que compartes y te rebota agradecida. Beso.

Cecy dijo...

Toda una destreza, la del impacto en el lugar y momento justo. Y la tuya claro para mantener la tensión.

Un abrazo grande Eva.
Gracias por tus palabras :)

Abela dijo...

No soy partidaria de la venganza, muchos hijos pueden reaccionar violentamente por defender a su madre en caliente, en frio es otra cosa, se podria hablar largo y tendido.
Como literatura...el relato buenisimo...refleja sentimientos y fuertes emociones en estas pocas lineas.
Un beso Eva

S. Oró dijo...

Eva el relato te estremece, muy bueno, palabras fuertes, acompañadas por esas fotos de cristal roto que es perfecto. Besos.

Navegante dijo...

Que buena manera de jugar con una imagen. Muy buen relato, me gustó.
Besos.

Anónimo dijo...

Me vengaré yo algun dia de los pintores que me han invadido mi casa?
No me des ideas....
Un relato excepcional, sublime!
Besos desde mi caos.

José Antonio del Pozo dijo...

Hola, Eva: me gustó la violencia intrínseca y la tensión interna explosiva con que consigues ir cebando tu texto veloz y certero.
Saludos blogueros

Jose Manuel Iglesias Riveiro dijo...

Gracias por tu visita y comentario.
Me gusta tu blog y me gusta Modigliani.
Un beso, nos vemos.

Ana dijo...

Eva, qué relato! Las fotografías que colocaste son buenísimas, pero las imágenes que pintás con tus palabras son increíbles.
Dolorosas historias de vida, terribles hechos que quedan sin resolver, rumiando y rumiando en el laberinto de la mente hasta que emergen de la peor manera posible, tanta violencia contenida.
"Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón." J.L. Borges
Me encantó.
Un beso enorme amiga mía!!

HUMO dijo...

Disculpa por no pasar seguido, pero me encanta tu blog!

=) HUMO

MAJECARMU dijo...

Eva,ese agujero laminado en el cristal nos hiere profundamente y nos deja un claro mensaje de venganza directa,de herida abierta.El ser humano huye de sus actos,porque sabe que revierten y vuelven a él.
Dos partes,dos tiempos y dos hechos la muerte y la conciencia,que devuelve la piedra.
Magnífico por el impacto de las letras,que poco a poco toman sentido,escapando de una realidad,que no tiene vuelta de hoja.
Mi gratitud por tu cercanía,mi felicitación y un beso muy fuerte,amiga.
M.Jesús

julia rubiera dijo...

magistral y envolvente relato nos regalas, esta asturiana te da infinitas gracias por hacernos participes de el y te manda un besin muy grande.

Myriam dijo...

Hola Eva: Gracias por tus mensajes. Te doy la bienvenida a mi blog y te enlazo. Vendré a leerte con calma, ahora es muy tarde y ya voy a dormir, pero no quería dejar de al menos, saludarte.

Un abrazo

Carolina dijo...

Hola Eva, hiciste un relato preciso, muy elegante, y la venganza fue... certera y perfecta.
Un abrazo.

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Eva:

Nos regalas un relato impresionante, visceral, cargado de adrenalina y de las múltiples, a veces una sóla, reacciones humanas. La figura del cristal roto "como una telaraña" deja flotando en el aire la contundencia del instinto bestial del ser humano. Las palabras describen a un ser humano desbocado por su afán de venganza.
Nuevamente tengo que decirte, mi querida Eva, que tienes un hermoso manejo del castellano.
Recibe un beso y un abrazo.

Pablo Fer Racines dijo...

Esa riqueza del lenguaje que acompaña este relato bien logrado me deleita mucho , hya una versatilidad en el manejo espacio-tiempo en la narración que no hace sino exponer tu creatividad,Eva un abrazo , aprendo contigo.

Pablo

Carolina dijo...

Ay, Eva, que mal anda blogger! Yo ya me quiero vengar!!! =D
Besos.

Anónimo dijo...

Eva,mi querida amiga, gracias por el comentario,gracias...cada vez que penetro en este blog VEO ARTE! y me fascina...
estoy CAMINANDO,dentro de la casa,prendida al andador,me pude BAÑAR! que placer...el dolor ni existe,se fue, estimo que día a día llegará la rehabilitacion total,entonces volaré!
un abrazo enorme,vecina
lidia-la escriba

lichazul dijo...

excelente hilo conductor
sus descripciones accionan y potencian la atmósfera para el descenlace

besitos y buen fin de semana

FJavier dijo...

Si en una narración uno buscase hacer partícipe al lector de la experiencia física de lo narrado, este tuyo sería un apropiado ejemplo. Porque tus palabras arrastran por la imprevisible quebrada línea de fractura en el cristal duro de tu vocabulario, con la fragilidad en la incertidumbre de su destino, a una velocidad vertiginosa. Apenas cuando se adivina el impacto de la piedra uno ya siente el frío del filo del cristal confundido con el de la muerte. Y ya es tarde para recomponer ambas cosas de su evidente recorrido por la espalda.

mateosantamarta dijo...

Una escena sobrecogedora, con mucha fuerza. Desazona y uno espera que sea fruto de la imaginación del protagonista.
Dura. Un abrazo, amiga.

Silvina Duprat dijo...

¡Qué bueno, Eva!!!! me haces sentir cada segundo del relato...en todo el cuerpo.¡Majestuoso, querida amiga, tu capacidad para transmitir, para contagiar, lo que sea, como sea,siempre a tu lado, para compartirlo...UNA MARAVILLA, como tú... Besos.

Ricardo Miñana dijo...

Bonito post,
un placer pasar por tu casa.
te dejo mi saludo y feliz finde.
un abrazo.

Dona invisible dijo...

Me gusta la metáfora del impacto: "Hacer justicia y cobrar venganza son dos modos distintos para decir la misma cosa pues no hay reparación ninguna ni en la una ni en la otra. Imposible." La venganza como algo irreversible y sinónimo de hacer justicia. Está reñido con el perdón, que sí que tiene vuelta atrás. Coincido con las opiniones que la descripción de las acciones nos llegan de lleno y nos trasladan a ese mismo hecho, como si fuéramos nosotros los protagonistas.
Un abrazo!

Luján Fraix dijo...

HOLA EVA

SIEMPRE TAN CONTUNDENTES TUS RELATOS.
LA VENGANZA ESCRITA EN SU MÁS PURA ESENCIA.
EL TEXTO EXCELENTE DE QUIEN ESCRIBE UNA TRAMA TRATANDO DE PROVOCAR LA MAS MISTERIOSA SENSACION DE DESPROTECCIÓN, DEJANDO UN MENSAJE ENCUBIERTO.

BESITOS.

PD. RITA ERA HERMOSA!!!
LA ADMIRÉ SIEMPRE, DESDE CHICA MIRABA SUS PELÍCULAS.

Ico dijo...

Gracias por tu visita que me ha dado la posibilidad de visitar tu magnífico blog, enhorabuena por él y por tus letras, todo un hallazgo..

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Un instante de locura largamente acumulado a lo largo de los años; la sed de venganza se desgrana en un raudo sentimiento de cobrar la afrenta a un ser querido: la madre. El pasado que no deja el alma en paz y un presente caótico que termina en un acto violento, tan violento como el pasado y que, sin embargo, no soluciona nada. Un ser humano ante el drama de la vida nos arrastra en su hecatombe sicológica hasta enfrentarnos, a todos, con la caótica historia de la humanidad. Excelente manejo del idioma propio de una mejor e interesante amiga.
Un abrazo mi querida Eva.

MAR dijo...

QUE BUENO HABERTE CONOCIDO!!!!!!!
Un abrazo grande para ti, me quedo contigo en tu Blog y te invíto al mío.
Besitos.
sor mar jjajajjjaa

Carmen Troncoso Baeza dijo...

Me ha impactado la fuerza del lenguaje, un abrazo para ti,