apreciados visitantes (algunos fieles lectores)

lunes, 25 de abril de 2011

Intrusión (Re Lato y Re edición)

Imagen del álbum de Pink Floyd "The Division Bell"
Aquella mañana, con el mismo movimiento automático de todas las mañanas, abrí el correo y su nombre en la bandeja de entrada me dejó estupefacto. Imposible creer que un muerto me estuviese escribiendo. Y no cualquier muerto además, si no uno que había aparecido en las primeras planas de todos los diarios, cuyo nombre se había pronunciado hasta el cansancio en las emisoras radiales y en los noticieros de la  televisión. De no ser por ello, jamás hubiese recordado que con Aníbal Verdejo habíamos compartido aulas escolares en la infancia. En rigor, no lo recordaba; difícilmente podía yo evocar las fisonomías de esos compañeros confinados en la niebla del tiempo y del olvido, sin embargo, por esas misteriosas tretas de la mente, la sucesión de apellidos que configuraba la lista -que a diario- el profesor de turno entonaba cual letanía; ese rítmico recitar de identidades encapsuladas en nomenclaturas llamadas nombres, esa progresión, jamás se borró de mi memoria. Y tampoco hubiese yo constatado dicha destreza (inútil por cierto) de no ser por la sangrienta y masificada noticia. Bastó que escuchase esas dos palabras: Aníbal Verdejo, para que como en una cascada cayesen uno a uno aquellos apelativos sin rostros. Mas, el asunto fue que en medio de la batahola mediática que causó el cuerpo desmembrado de Verdejo, desperdigado por numerosos sitios "nada santos" de la ciudad, aparece este mensaje suyo en mi correo electrónico y en cuyo asunto y con mayúsculas se enfatizaba: esto no es una broma, soy yo, Aníbal Verdejo, camarada suyo en el Instituto Pacífico. A continuación me indicaba día, hora y lugar para encontrarnos. Por supuesto pensé que se trataba de una broma. De pésimo gusto claro está. ¿Pero quién y para qué querría mofarse de mi y del pobre difunto de esta manera?. Pensándolo bien era más macabro que un vivo se interesara en descolocarme de tal modo a que el mismísimo Aníbal se estuviese comunicando conmigo desde la ultratumba. A decir verdad, nunca supe si este Verdejo era el mismísimo Verdejo ni si este mismísimo Verdejo correspondía efectivamente al infante ( o más bien al nombre del infante)  que  yo recordaba en la nómina escolar.

No paró de hablar. Parecía repentinamente liberado de un perpetuo silencio. Se enfrascó en un monólogo que deambulaba por una serie de tópicos que en un principio me parecieron inconexos hasta que no se si él, o yo, o ambos o un artilugio fuera de nuestras conciencias, estableció una lógica tan taxativa como la sucesión de patronímicos y sus consiguientes respuestas: presente o ausente. La ausencia era gritada a voces por todo el curso. Esta dialéctica amputó de cuajo mis propios racionamientos y, simplemente, acepté con absoluta normalidad la absurda situación a la que me enfrentaba. Cuando llegué al estadio, el mismo al que ibamos de niños durante las clases de Educación Física y le vi, mórbido, con un bigotillo imberbe que parecía perderse en medio de los mofletes; no pude evitar pensar en el arduo trabajo que hubo de tener el criminal para descuartizarlo y avergonzado de tan cruel pensamiento, intenté evocar al Verdejo de la infancia. Nada; mi cerebro no registraba a ningún alumno gordo ni con esos ojos grises tan tristes ni con ese pelo cobrizo ensortijado ni con ese don seductor de la palabra.  Luego de una serie de filípicas que ahondaban en tortuosos recorridos por la soledad y la devastación y en las marcas recalcitrantes que los traumas dejan para siempre; me solicitó le hiciese un favor, una simple ayuda que me permitirá por fin  -dijo- desprenderme de esta pesada anatomía y disfrutar de la ingravidez que ni siquiera la mutilación ha logrado darme. 


Lo hice, llevé el sobre a la dirección que me indicó; un caserío a mal traer y aparentemente deshabitado. Tras haber dado fuertes golpes al portón sin haber obtenido respuesta alguna, una punzada de terror se me clavó en el estómago al pensar que había caído en una alevosa trampa, que sostenía en mis manos evidencia incriminatoria, que en cuestión de horas sería yo sindicado como el psicópata descuartizador de Verdejo. Sentí el crujir del picaporte, la pesada puerta se entreabrió y la cabeza rapada de un muchacho apareció ante mi. Sus ojos se clavaron en el sobre, de un manotazo me lo arrebató y sus mejillas se cubrieron del característico rubor de la verguenza.


Al llegar a casa, encontré en el buzón la cuenta de internet; al leer la factura reparé en que Abarzúa, mi apellido, siempre fue el primero de la lista.

49 comentarios:

Pilar Abalorios dijo...

Realmente inquitante.

Un saludo

San dijo...

Eva que interesante, recibir un correo de alguien que se supone murió. Intriga y suspense mantenido hasta la última sílaba.
Un placer.
Besos.

Tatiana Aguilera dijo...

Eva, ¿por qué fronteras nos quieres llevar?, a veces por el deslinde de lo oscuro, otras por una delicada sensualidad, y hoy, hoy, ¡vamos! que he caminado por la intriga de un Hitchcock, ¿viste Los Pájaros?...
Un beso compatriota ñuñoína.

Adriana Alba dijo...

Me hizo recordar a una serie televisiva, con Narciso Ibañez Menta, que se llamaba "Es usted el asesino?"

Me atrapó totalmente, calidad estética, intriga, y ésa descripción de los personajes tan fantástica.

Debe continuar!

Genial Eva.
mil besos

S. Oró dijo...

Eva, me ha gustado la narrativa y la intriga, pero el misterio te atrapa y piensas, ¿recibiré un correo de un muerto?, jopete, es una historia realmente misteriosa y de las que a veces sin querer pasan cosas del más allá, que son inexplicables. Mis saludos.

caly dijo...

Atrapante escrito Eva, me dejaste sin aliento.
Siempre es un lujo leerte.
Un gran abrazo!!

Carolina dijo...

Hola Eva, me encanto este cuento de suspenso, misterio y tambien terror.
Ademas tu blog es hermoso. Saludos!

Maritza dijo...

Atrapa, inquieta y sobretodo deja pensando en fenómenos paranormales...

Felicidades!.
Te envío mis abrazos desde esta fría noche chilena.

Anónimo dijo...

Enhorabuena....me dejas de piedra...me enmudeces...
Es fantástico!
Un abrazo.

Ambrosía ignota dijo...

Me ha gustado el rumbo que ha tomado tu blog. Preciso decir que estas tramas te sientan bien, tienen la tonalidad exacta para enganchar y nada más hermoso que la fluidez de un historia para asimilarla.

Es siempre un placer seguirte

PD: te dejo una sonrisa y un abrazo mi querida y seria Eva Magallanes.

atte, un mortal.

Felicidad Batista dijo...

Eva inteligente intrega que mantiene al lector al filo de la palabra, de la frase siguiente, queriendo desbrozar entre sentido e inteción el misterio que se anuncia desde el principio. Estructuras una prosa que seduce y mantiene espectante al lector hasta después del punto final.
Felicitaciones.
Un abrazo

Igor dijo...

Estremecedor. Estas historias sin sangre me aterrorizan porque creo que son posibles.
Buen, muy buen relato, haciendo lo imposible plausible, llevándote al otro lado.
Saludos.

Natàlia Tàrraco dijo...

Eva, escalofriante y enigmático viaje a lo inaprensible, a la alucinación palpable que inquieta y seduce.
Como suele ocurrir en tu caso, muy buena prosa, rica y fluida, versatil y atrapante, felicitaciones amiga, espero más relatos de tu inventiva, y gracias por visitarme y alentarme.
Besito cariñoso

Un par de neuronas... dijo...

Lo mejor el vocabulario. La divulgación está haciendo estragos en los léxicos, amiga.

¡Bravo!

Beso.

Katy dijo...

Casi casi una novela de terror enmarcada en el misterio de los tiempos. Tu prosa es fántastica, no sabría con cual de las dos quedrame, la historia o en la forma que tienes de contarla.
Ante la duda me quedo ¡con las dos!
Besos

Rosalía Navarro dijo...

He quedado impresionada. El misterio y el suspense es algo que valoro mucho en los relatos y este es perfecto.
Besos Eva.

Coral dijo...

Magnífica prosa.
Una historia que te atrapa hasta el final.

Un saludo!

Jo Grass dijo...

Turbador y escalofriante!!! Exquisita prosa. Felicidades. Un placer pasear yo también por tu casa!
Saludos

Unknown dijo...

Sabes cerrar una historia compañera, chapeau.

◊ dissident ◊ dijo...

Querida Eva, por lo que veo estamos los dos inspirados en temas de "misterio" y sangre.
Me encantó el tuyo. Estremece la descripción de Verdejo con ese bigotillo...

Un abrazo y saludos desde el Mediterráneo.

Silvia dijo...

Que miesterioso, Eva. Te mantiende hasta el final.

Un abrazo

El Gaucho Santillán dijo...

Que bien escrito, amiga.

La idea es original, y està perfectamente ejecutada.

Un lujo.

Un abrazo.

emejota dijo...

¡Que bien escribes! Un fuerte abrazo.

ѕocιaѕ dijo...

Eva que cosa tan más extraña, sabes bien como hacer que nos metamos en tus texto, no me imagino que algo así me pasara.
Un abrazote

Segundo Sánchez dijo...

Eva, he llegado aquí por casualidad y me ha enganchado el relato hasta el final. Muy bien escrito y muy buena la gradación del realto hasta la conclusión.
Te felicito.
Un saludo.

Abela dijo...

Me ha gustado el relato bien construido y realmente inquietnte. La A siempre recibe primero ¿el mensaje fué una equivocación o no? Un misterio. Un abrazo

maria candel dijo...

Eva, te felicito por tus inquietantes relatos y tus reflexiones, que tanto unos como los otros atrapan al lector y lo mantiene expectante.
Un abrazo fuerte desde Caracas

FIBO dijo...

Me ha encantado el texto...mis felicitaciones y un besote

mária dijo...

Me ha hecho recordar esas interminables listas de nombres y apellidos y manos que se levantan.
El relato, te atrapa.
He estado un poco perdida, de vez en cuando necesito hacerlo. Sé que soy una malqueda, pero hay que "gastarme" así.
Besos.

Ana dijo...

Qué hermoso cuento, Eva. Me encantan los cuentos de misterio.
Las tretas de la mente... "rítmico recitar de identidades encapsuladas en nomenclaturas llamadas nombres, esa progresión, jamás se borró de mi memoria", es así, es perfecto, perfecto en palabras y sentido.
Qué lindo escribís. Siempre es un enorme placer para mi leerte.
Un abrazo, querida amiga.

pd: afortunadamente mi apellido empieza con R..., aunque sería fascinante un encuentro con un alma en pena a la espera de disfrutar de la ingravidez. No sé, creo que lo mataría de nuevo... pero a preguntas.

Trizbeth dijo...

Hola Eva! Me he quedado con la respiración a medias, cautivas con tu misteriosa y bien hecha historia, y nos dejas esperando más...Un abrazo, me ha encantado!
Beatriz

Humberto Dib dijo...

Un texto con mucho suspenso, Eva, lo deja a uno en el borde hasta el final.
Es bueno pasar por tu espacio, son muchos seguidores y no puedo hacerlo con la asiduidad que querría.
Te dejo un beso.
Humberto.

soylauraO dijo...

Con esta trama podría escribir una novela. "Por esas misteriosas tretas de la mente",ud logra hacer surgir la humanidad, el socorro de la mano amiga; aún, cuando todos los indicios apuntan a una trampa, él hace lo necesario para salvar al compañero.
JA, ¡Qué poderosa lección el don de gente!

Gracias por acompañarme, aclaro que nunca hice terapia, yo necesito maestro; pero, mientras llega voy a derribar todo, aunque me lleve toda la vida.
http://enfugayremolino.blogspot.com

Andri Alba dijo...

Guapísima, gracias por entrar a mis blogs. Perdóname por hoy, pues ya debo irme a descansar un poco los ojos. Volveré, vale?

Besos y abrazos.


Andri

Leovi dijo...

En primer lugar felicitarte por esta trepidante relato que mantiene el interés del lector hasta el final co una fluida prosa.
En segundo lugar te explico lo referente al poema de Neruda. El título de la obra corresponde al mismo título que un poema de Neruda. La interpretación es muy personal abstracta como la fotografía y lo que para mí puede ser significativo para otras personas no lo es. Yo me guío por las sensaciones no por la representación de palabras objetivamente en la obra. Pero cada persona puede evadirse del título y guiarse por sus sensaciones personales. Este es el poema:

Tus pies (Pablo Neruda)

Cuando no puedo mirar tu cara
miro tus pies.
Tus pies de hueso arqueado,
tus pequeños pies duros.
Yo se que to sostienen,
y que tu dulce peso
sobre ellos se levanta.
Tu cintura y tus pechos,
la duplicada pu'rpura
de tus pezones,
la caja de tus ojos
que recien han volado,
tu ancha boca de fruta,
tu cabellera roja,
pequeña torre mía.
Pero no amo tus pies
sino porque anduvieron
sobre la tierra y sobre
el viento y sobre el agua,
hasta que me encontraron.

FJavier dijo...

Acaban de conceder el premio Cervantes de las letras a la escritora Ana Mª Matute, como antes lo recibieron María Zambrano y la poeta cubana Dulce Mª Loynaz.

En su discurso, Ana ha afirmado algo que los medios de comunicación han destacado: “El que no inventa no vive”.

Seguro que todo esto ya lo sabías, Eva, sin embargo quería recordarlo contigo y tus amigos porque tras leer tu relato siento que la frase bien pudiera aplicarse a tu amor por la vida: la pintura, la crítica, la poesía, la prosa… ¿dónde no inventas, Eva?

Yo también me felicito por el placer de coincidir con tu talento y con tu afectuosa ternura.

Un fuerte abrazo.

Luján Fraix dijo...

ME HE QUEDADO ASOMBRADA CON EL RELATO DESDE EL PRINCIPIO HASTA EL FINAL, ES SORPRENDENTE Y NOS DEJA PENSANDO.

ASÍ DEBE SER NO?.

PD. ME ALEGRO DE QUE TE HAYA GUSTADO NUESTRO SOLDI, ES UNO DE LOS MEJORES DE ARGENTINA. TIENE DOS OBRAS EN EL VATICANO.

TU TIENES RAZÓN CON RESPECTO A LA TRISTEZA, PERO ES ALGO QUE NO PUEDO EVITAR Y EL "EXCESIVAMENTE" TAMPOCO, LO LAMENTO... POR MÍ.

BESITOS, AMIGA. ERES PSICÓLOGA. GRACIAS.

Andri Alba dijo...

Es un relato realmente inquietante como leí a Pilar decir. Me gustó el comentario de Taty. Qué te puedo decir que no te hayan dicho. Creo que eres finísima, que escribes que da envidia.

Y en cuanto a tu comentario en uno de mis blogs, honrada me siento de que quieras compartir reflexiones y aprendizajes conmigo. Lo único que te puedo decir, es que escribo desde el corazón que me arrancaron desde que nací, lo tengo, pero me lo arrancaron y desde ahí escribo. No hace mucho tiempo de eso. Aunque mis primeros textos los desempeñé a los 24 añitos, y ya voy pa 40...será mi mejor edad y los que sigan antes de que me muera.

Un abrazo y un saludo, y mi buen deseo de que pases un lindo finde.

Andri

BEATRIZ dijo...

Querida Eva,
La corriente de tus palabras hace viajar vertiginosamente al misterio de la vida y la muerte, en tu relato una línea muy delgada casi desaperscibida las une de manera genial en una realidad ambibalente y única.
Tu narrativa es grande.

Abrazos.

Sarco Lange dijo...

De lujo.

mateosantamarta dijo...

Misterio sin resolver: inquietante. Entre la ciencia ficción y el relato de terror. Lo leí ayer pero me quedé un poco en blanco, sin saber que decir. A veces he soñado cosas que me pasaron al día siguiente. También he experimentado -hace mucho- la telepatía. Un abrazo y mi enhorabuena por el relato.

Marisa dijo...

Misterioso relato , Eva, magistralmente escrito y trazado; con muchos enigmas aún por resolver...
Siempre mi admiración.
Un fuerte beso.

PACO HIDALGO dijo...

Creí haber comentado este post, pero veo que no. Relato inquietante, da un poco de yuyu, sí, eso que una persona fallecida siga comunicándose con uno. ¿Habrá continuación, Eva?

Papámba. dijo...

Una maravilla de relato. Felicitaciones por el blog, es un verdadero placer leerte.

Un abrazo,

Pablo Fer Racines dijo...

Sabes que me quedé pensando en ese terrorífico cuento de Poe , "El caso del Sr. Altemar" ,que talento tienes , me gusta mucho .Un abrazo Eva .

Gustavo Figueroa Velásquez dijo...

Escalofriante y, su vez, impactante relato nos regalas, querida Eva, con el misterio llenando todo el relato con un hálito de angustia y una cierta insania sicológica que embarga al personaje que recibe la carta, ese personaje en primera persona, tan humano y tan cercano a los estremecedores misterios de la muerte. El relato tejido con una narrativa exquisitamente bien tratada nos muestra de nuevo a una Eva dueña de una capacidad de manejo del arte que no sólo se queda en la pintura sino que, además, navega con lujos de detalles en el terreno de la narrativa y de la poesía.
Eva, disculpame por haber estado ausente todos estos días pero sucede que he estado trabajando mucho en lo de la publicación de mi libro "Contrastes" que ya comenzará a circular, acá en Suecia, desde este lunes 2 de mayo; en este libro está incluido, y, me da mucho orgullo eso, el poema que escribiera dedicado a ti.
Como siempre mi querida Eva te envío mi abrazo y un beso enorme.

LaCuarent dijo...

Me ha encantado ir de tu mano para adentrarme en el misterio, en la intriga llevándome a disfrutar cada párrafo. Eres una maestra sorprendente.

Lo de las bestias es una mala corrección del Iphone loco por el que te leí que me cambio besazos y luego yo con las prisas ni releí
Ahora te dejo besos para que este cacharro no haga de las suyas

Kevin Matus dijo...

es un gran escrito, lleno de intriga y de una atmosfera muy diferente a lo que me he encontrado, en verdad me intrigo y me metio a la historia de una manera algo aammm no se diferente pero muy buena...

un abrazo que estes bien y me quedare si me lo permites!!!...

Elisabet dijo...

Tan intrigante como adictiva la historia de este señor que se comunica por correo electrónico después de ser descuartizado.
Es asombroso lo que hace el paso de los años en la vida de las personas. Aníbal pasó a de ser un compañero de colegio anónimo a tener su cuerpo repartido por sitios "nada santos" de la ciudad... ¿Qué le llevo a eso? ¿La mala vida? ¿O simplemente la mala suerte?

Y ese sobre misterioso...
Muy buena historia Eva!

Saludos